DÍA INTERNACIONAL DE LOS DDHH Y LA RESTAURACIÓN DE LA DEMOCRACIA EN ARGENTINA
El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un documento que marcó un antes y un después al afirmar —por primera vez y de manera colectiva— que todas las personas tenemos derechos básicos e irrenunciables. Sin importar de dónde venimos, cómo nos identificamos o cuál es nuestra historia, tenemos derecho a vivir con libertad, igualdad, educación, opinión, justicia y sin atravesar violencia de ningún tipo.
En Argentina, esta fecha nos atraviesa de manera profunda. No sólo acompañamos la conmemoración mundial: también defendemos una memoria que se construyó con lucha colectiva frente al terrorismo de Estado y con la incansable labor de los organismos de derechos humanos. Recordamos que la democracia fue conquistada y que sostenerla exige compromiso cotidiano ante cada intento de retroceso, negacionismo o vulneración de derechos. Cada 10 de diciembre reafirmamos la memoria, la verdad y la justicia como un piso irrenunciable para seguir ampliando derechos y construyendo una sociedad más justa e igualitaria